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Algunos momentos están llenos de alegría, mientras que otros están llenos de tristeza. Como seres humanos, evolucionamos constantemente y nuestras experiencias nos convierten en las personas que somos hoy.

Sin embargo, hay momentos en los que la vida nos lanza bolas curvas inesperadas, y nos vemos obligados a afrontar retos y pérdidas que nunca habíamos previsto. Es en estos momentos difíciles cuando necesitamos recordar las palabras de la famosa cita: "La vida es un círculo de felicidad, tristeza, momentos difíciles y momentos buenos".

Esta cita nos recuerda que la vida no es una línea recta, sino más bien una serie de altibajos, y que debemos aprender a navegar a través de cada fase.

Para mí, esta cita ha cobrado aún más sentido en las últimas semanas, cuando perdí a mi madre y, al mismo tiempo, dejé de ser CEO.

Estos dos acontecimientos significativos en mi vida me han obligado a reflexionar sobre el concepto de los círculos de la vida y sobre cómo afrontar las distintas etapas que se nos presentan.

A través de esta experiencia, he aprendido tres mecanismos clave de afrontamiento que me han ayudado a encontrar la esperanza y seguir adelante con una mentalidad agradecida, alegre y victoriosa.

  1. Tener fe

En tiempos difíciles, puede ser difícil tener fe y seguir siendo optimista. Sin embargo, tener fe en un poder superior o en un propósito mayor puede aportar una sensación de paz y consuelo. Nos permite confiar en que hay una razón para todo, incluso cuando no podemos verla en el momento. La fe nos recuerda que siempre hay luz al final del túnel y nos da fuerzas para seguir adelante, incluso cuando el camino que tenemos por delante puede parecer oscuro e incierto.

  1. Gestionar las expectativas

Es propio de la naturaleza humana tener expectativas, y a veces podemos ponérnoslas muy altas a nosotros mismos y a los demás. Sin embargo, en tiempos difíciles, es esencial gestionar nuestras expectativas y centrarnos en el momento presente en lugar de en lo que pensamos que nos deparará el futuro. Permitirnos desprendernos de expectativas poco realistas nos libera de la decepción y nos permite estar presentes y apreciar lo que tenemos en el momento. Gestionar las expectativas también significa comprender que la vida no siempre es perfecta, y que eso está bien. Con esta mentalidad, podemos encontrar alegría en las imperfecciones y estar agradecidos por lo que tenemos. 

  1. Vivir el momento

En el acelerado mundo actual, es fácil dejarse llevar por las prisas y perderse el momento presente.

Sin embargo, en los momentos difíciles, es crucial reducir la velocidad y estar presente.

Vive el momento y aprecia las pequeñas cosas, ya sea una hermosa puesta de sol, una taza de té caliente o un abrazo de un ser querido.

Estos pequeños momentos pueden aportar una sensación de paz y alegría en medio del caos.

Abrazar el presente también nos permite centrarnos en lo que tenemos y encontrar gratitud incluso en los momentos más difíciles.

En conclusión, la vida es un viaje con sus propias vueltas y revueltas. Como dice la cita: "La vida es un círculo de felicidad, tristeza, momentos difíciles y buenos momentos". Pero mediante la fe, la gestión de las expectativas y la vivencia del momento, podemos encontrar esperanza y seguir adelante con una actitud agradecida, alegre y victoriosa.

Los círculos de la vida pueden traer desafíos, pero también nos brindan oportunidades de crecimiento y aprendizaje.

Así que abracemos cada etapa, sabiendo que todo forma parte del hermoso e impredecible viaje de la vida.

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